La meta de cualquier viajero no es solo conocer un sitio nuevo sino la exaltación de los sentidos gracias a esos paisajes nunca antes vistos, a los sabores nunca probados, los perfumes de la vegetación típica, el roce de otro suelo y el ritmo de cada ciudad visitada.

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La meta de cualquier viajero no es solo conocer un sitio nuevo sino la exaltación de los sentidos gracias a esos paisajes nunca antes vistos, a los sabores nunca probados, los perfumes de la vegetación típica, el roce de otro suelo y el ritmo de cada ciudad visitada.

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